Problemas digestivos en perros: intestino permeable y alergias alimentarias (parte I)

Los problemas digestivos en perros son el pan nuestro de cada día en nuestra clínica que, como sabrás, se dedica en exclusiva a la nutrición canina: desde enfermedad inflamatoria intestinal (IBD), enteritis linfoplasmocitaria, enfermedad de Crohn, colitis inflamatorias hasta colitis ulcerativas histiocíticas.

¿Qué tienen en común todas estas patologías? Grosso modo: hay una inflamación en el intestino, ahí comienzan una serie de problemas empezando por la inflamación y esto conduce, en general, a que ese intestino se vuelva permeable, es decir, que pasen sustancias a través de él que no deberían. Palabras más, palabras menos, este es el meollo del asunto.

¿Sabes qué me sigue asombrando? Que se aplican y practican mil cosas en estos pacientes: desinflamatorios, antibióticos, ecografías… mucho dinero invertido ¿Y sabes qué hay de la dieta? Se les sigue dando bolas secas, altamente industrializados y que no se echan a perder ¿Te parecería lógico que una persona con una enfermedad intestinal tan seria como las que acabo de describir sea alimentada de forma tan antinatural? Pues no.

Con muchísima frecuencia llegan a las clínicas perritos con picor en la piel, que se muerden las patas, se rascan las orejas… Signos evidentes de la existencia de una alergia o intolerancia (con muchas probabilidades de ser alimentaria) y, aunque se les ponga un tratamiento, la mayoría de las veces los signos no remiten o si lo hacen reaparecen al poco tiempo.

¿Por qué? Una parte importantísima se debe a no dar dietas naturales específicas que no irriten aún más la mucosa intestinal, que ayuden a equilibrar y mantener una microflora (microbioma) que alivie y refuerce el intestino, así como nutrientes ortomoleculares que combatan la inflamación y fortalezcan las células fundamentales del intestino: enterocitos y colonocitos, del intestino delgado y grueso, respectivamente.

Cada vez son más los estudios que comprueban la importancia del microbioma para mejorar o empeorar a estos pacientes, y sin una nutrición de verdadera calidad (no latas o bolas secas) y nutrientes ortomoleculares (además de los medicamentos clave) esto es prácticamente imposible.

Sistema digestivo en el perro. Cómo trabaja

Te comento de forma breve el proceso de la digestión en perros, que lo mismo aplica, detalles más detalles menos, en los carnívoros.

Boca

Cuando un humano ingiere un alimento lo mastica mucho y la saliva lleva amilasa, la enzima necesaria para desdoblar carbohidratos. Que sepas que los perros, gatos y carnívoros en general, tragan, mastican poco, su saliva NO contiene amilasa.

¿Por qué? Porque ingieren bajas cantidades de carbohidratos, 10 a 15% del total de su dieta (los piensos contienen 50 a 75% de carbohidratos en forma de maíz, arroz, trigo… Algo totalmente antinatural).

Estómago

Después, a través del esófago (el “tubo” que conecta boca con estómago, por decirlo de una manera gráfica) llega al estómago, aquí es donde este tipo de animales realiza la principal digestión en comparación con humanos, herbívoros… que la realizan, sobre todo en intestinos (excepto rumiantes como bovinos, borregos… que tienen cuatro estómagos).

Los carnívoros secretan un jugo gástrico muy ácido, en promedio de 1 a 2, mientras que los humanos están alrededor de 4-5. ¿Por qué algo tan ácido? Como son carnívoros, la forma de desdoblar la carne y aprovecharla al máximo es a través de estos ácidos, que rompen las proteínas en sus unidades más simples: aminoácidos.

Intestino delgado

Una vez que esta carne y grasa (el alimento principal de los carnívoros) han sido desdobladas en el estómago pasan al intestino delgado, donde se lleva a cabo la mayor parte de la absorción de los nutrientes: proteínas, grasas y carbohidratos.

Cabe aclarar que el intestino tiene distintas partes: duodeno (en contacto directo con el estómago -píloro-), yeyuno e íleon, donde se absorben los distintos tipos de nutrientes, grosso modo. Recuerda muy bien esta parte, intestino delgado, porque es el tema de este artículo: intestino permeable.

Intestino grueso

Lo conocemos en términos generales como “colon”, que sepas que está compuesto de diversas partes: ciego, colon recto, ano. El colon se divide en ascendente, transverso y descendente. Aquí el alimento que se ha ingerido llega en forma casi líquida, lo que se conoce como “quimo”, pero sucede algo muy importante: la absorción del agua y electrolitos (sodio, potasio…) del quimo. ¿Qué pasa con ese quimo al absorberle el líquido? Pues que se compacta y se forman las heces, más o menos compactas, que más tarde serán excretadas.

En todo este trayecto hay unos microorganismos, con especial interés y concentración para este artículo, en intestino delgado y grueso ¿De quién crees que hablamos? De la famosa microbiota, microbioma, microflora… como quieras decirle, estos microorganismos se cuentan por miles de millones, ya hablaremos de ellos, porque de su calidad (buenos o malos en términos generales) depende en gran medida el tema que estudiamos: intestino permeable.

Si el balance de bacterias positivas no es favorable, el sistema gastrointestinal se vuelve inestable, lo que altera el proceso de digestión. Como consecuencia, la mucosa del intestino se inflama, se vuelve permeable, y empiezan a filtrarse al torrente sanguíneo grandes cantidades de substancias parcialmente digeridas de las partículas de comida.

¿Qué sucede entonces? Pues que estas grandes y complejas substancias son antihigiénicas y alergénicas, lo que provoca la estimulación del sistema inmune para que produzca anticuerpos contra ellas. Esto puede dar lugar a que se desarrolle el síndrome del intestino permeable.

El microbioma en el perro: el comienzo de la buena salud

Seguro que te estás preguntando: ¿qué es el microbioma?

Son las comunidades microbianas (bacterias, virus, hongos, arqueas y protistas… y muchos otros microorganismos) que se encuentran, entre otros sistemas, en el tracto gastrointestinal de tu perro (y del tuyo).

Yo siempre doy un ejemplo para que tomes consciencia de la importancia de este microbioma: “Si yo tuviese el poder mágico de quitarte todo el microbioma de tu cuerpo o del de tu perro, en pocos minutos caerían muertos” así de capital es su papel en nuestra vida.

Otro ejemplo: el 90% de las células de nuestro cuerpo son microbios (la inmensa mayoría en el intestino), es decir, somos más microbio que humano. Y lo mismo sucede a tu perro o gato, es más microbio que perro o gato, así de simple.

A lo mejor piensas que qué importancia pueden tener esos “bichitos”, pues déjame que te diga que son una parte vital del organismo. Esos microorganismos superan en número a las células de tu perro en 10 a 1.

“La carga microbiana total en el intestino se estima que es 10 a la 12 o 10 a la 14, aproximadamente 10 veces el número de células del cuerpo. Se estima que el intestino alberga muchos miles de cepas bacterianas” (Canine and feline gastroenterology. Robert Washabau. Michael Day.)

Es posible que hayas escuchado que el 70% del sistema inmunológico reside ahí, en el intestino. Eso es porque el microbioma en el intestino juega un papel clave en la función del sistema inmunológico. Es como un órgano “virtual” que juega un papel fundamental en la salud y la inmunidad de tu perro.

Por eso, si su microbioma no está sano, tu perrito no puede estar sano. Esta es la razón por la que muchos medicamentos, dietas altamente procesadas (como los piensos o croquetas) y tratamientos para la alergia no funcionan a largo plazo: todos dañan el delicado equilibrio de su microbioma, lo que lo hace más propenso a sufrir alergias y otras enfermedades autoinmunes.

Microbioma, ¿cuáles son sus funciones?

Las bacterias presentes en el microbioma tienen algunas funciones muy importantes para el organismo:

1. Elaboran ácidos grasos y vitaminas

Las bacterias intestinales, además de ayudar a la digestión, también sintetizan compuestos muy importantes para el correcto funcionamiento del organismo de tu perro como las vitaminas del grupo B (B12, biotina, ácido fólico y ácido pantoténico) y vitamina K.

Las bacterias en el intestino delgado contribuyen en distinto grado a la salud gastro intestinal, mientras que las del intestino grueso son benéficas para su huésped en general. Clostridiaceae, Dorea spp., Lachnospiraceae, Ruminococcus spp., Faecalibacterium spp., y Roseburia spp son las bacterias predominantes en el colon.

Las bacterias presentes en el colon proveen enzimas digestivas que ayudan a la utilización de los carbohidratos complejos. Por ejemplo, el 8% del genoma del Bifidobacterium longum está compuesto por genes necesarios para el metabolismo de los carbohidratos.

Asimismo, producen ácidos grasos de cadena corta (SCFA por sus siglas en inglés), los cuales son muy útiles como fuente de energía para las células del cuerpo. Hablamos principalmente de carbohidratos complejos que incluyen almidón y fibras dietéticas como inulina y pectina.

La fermentación de estos substratos es lo que da origen a dichos SCFA como el acetato, propionato, ácido butírico, tan benéficos y saludables para el colon, por ejemplo, en varios de nuestros pacientes con colitis mandamos mantequilla, ¿sabes por qué? Porque es rica en ácido butírico (butírico – butter – mantequilla), si quieres saber más sobre esto mira este artículo sobre la colitis en tu perro y la mantequilla:

https://nutricionistadeperros.com/colitis-perro-inflamacion-factores/

La cantidad de energía que producen estos SCFA no es nada despreciable, hasta un 7% de la energía de un perro y un poco menos en gatos, y todo gracias a esta fermentación colónica.

2. Ayudan a la digestión y a la absorción de nutrientes

Como hemos dicho, el intestino es la zona del cuerpo más colonizada por bacterias porque para ellas es el mejor sitio para desarrollarse, ya que están protegidas de las alteraciones del exterior y, además, es el lugar del organismo con más nutrientes disponibles para su crecimiento.

Pero no solo las bacterias obtienen beneficios de esta relación, pues ayudan a que la digestión de los alimentos se produzca adecuadamente. Estas bacterias favorecen el movimiento intestinal, por lo que los alimentos circulan de manera más eficaz, potenciando así la absorción de nutrientes y evitando problemas gastrointestinales.

Además, la flora intestinal ayuda a que los intestinos absorban el calcio y el hierro. Estos dos minerales son esenciales para el correcto funcionamiento de muchos procesos vitales, pero se asimilan difícilmente en los intestinos sin la presencia de estas bacterias.

Asimismo, ayudan a degradar los alimentos complejos en nutrientes más simples y asimilables por las células, y permiten la digestión de compuestos que por sí solos no se pueden degradar.

Por esta razón, si tu perro sufre alteraciones en la composición del microbioma intestinal le puede provocar estreñimiento, diarrea, dolor abdominal, gases, etc.

Es por ello por lo que con la ingesta de antibióticos muchas veces se producen problemas intestinales, ya que no solo matan a los patógenos, sino que también pueden hacer disminuir la población de bacterias beneficiosas.

3. Activan el sistema inmune

El sistema inmune de tu perro está perfectamente diseñado para reconocer y atacar a todo aquello que no tenga los mismos genes que sus células. Por ello, tendría que intentar neutralizar a todas estas bacterias que integran el microbioma, ya que, en teoría, son algo ajeno al organismo.

Pero si lo hiciera, estaría perjudicando su salud, por lo que ha evolucionado para “ignorar” a estas bacterias y permitir que crezcan y se reproduzcan.

Aunque no las ataca, el sistema inmune siempre está vigilando por si acaso alguna de estas poblaciones crece demasiado, ya que puede comportar problemas de salud. Debe de existir un equilibrio en las poblaciones de bacterias, ninguna debe desarrollarse más de lo necesario.

Vigilarlas constantemente hace que el sistema inmune nunca se relaje, por lo que, si llega un patógeno al cuerpo, las células del sistema inmunológico ya estarán “preparadas” para combatir la infección.

Se han hecho experimentos donde se usan animales libres de gérmenes (son, sobre todo, ratones nacidos y criados en laboratorio libres de ciertos gérmenes a nivel intestinal con fines experimentales) y se ha visto que esta ausencia de gérmenes altera la arquitectura de la mucosa intestinal y esto reduce la sustitución de células epiteliales (de la superficie) en comparación con animales normales.

El sistema inmune subdesarrollado de estos animales libres de gérmenes se restaura rápidamente cuando se introducen bacterias. En nuestra clínica, una parte fundamental en la mejora de la nutrición, sobre todo en los pacientes digestivos, es la administración de probióticos. Más adelante hablaremos de ellos.

Otras partes clave en este sistema de defensa son las células epiteliales, moco protector y el tejido linfoide asociado al intestino o GALT, por sus siglas en inglés.

El aumento de la diversidad de microbiota colonizadora en el destete fortalece la resistencia contra la colonización por parte de patógenos. Por eso es importante que los cachorros estén dos meses con la madre (a partir del día 18 debemos de proveer alimento NATURAL -rico en enzimas y bacterias buenas- a los cachorros y la madre ya solo es un SUPLEMENTO LÁCTEO, además del resto de funciones de protección, juego…). Es más, la microbiota residente intenta lograr la maduración del sistema inmune. Los cachorros con una diversidad de microbiota subdesarrollada y un GALT inmaduro dependen de los anticuerpos del calostro así como los componentes lácteos.

Los animales jóvenes son típicamente más susceptibles a patógenos invasores (Campylobacter, giardias…). Los estudios en roedores sugieren que el patrón de colonización microbiana en etapas tempranas de la vida puede influir en su fisiología y resistencia a la colonización en la adultez.

En nuestra clínica vemos muchos cachorros con diarreas intermitentes y crónicas asociadas a giardias, recordemos que vienen de madres alimentadas con piensos – croquetas (es decir desnutridas), y ellos han sido alimentados los primeros años de vida con algo tan pobre como estos alimentos. Entonces, es muy lógico, con lo visto líneas arriba, que sean cachorros con un sistema inmune digestivo muy débil, lo que da pie a la colonización por parte de microorganismos tan insidiosos como las giardias y otros más.

Además de cambiar la nutrición y dar una nutrición de verdadera calidad  (con alimentos naturales cocinados por el dueño) armamos el intestino con nutrientes ortomoleculares como los probióticos y aminoácidos específicos para las células intestinales.

4. Patógenos: las bacterias del microbioma protegen contra ellos

La invasión de patógenos específicos (por ejemplo, Salmonella, Giardia, C. perfringens, Campylobacter jejuni, y otros) afectan mucho la estructura de la mucosa del intestino.

Estos patógenos pueden penetrar la mucosa y las placas de Peyer, o producir enterotoxinas que alteran la función de los enterocitos (la célula fundamental y principal del intestino delgado). Las enterotoxinas estimulan la secreción de fluidos de la mucosa, cuando las vellosidades son barridas y hay pérdida de superficie se disminuye la capacidad de absorción de esta mucosa.

¿Resultado? Este fluido generado por la mucosa no se absorbe con la consecuente diarrea. Esta disfunción de la barrera de mucosa puede conducir a un incremento en la permeabilidad así como translocación bacteriana con importancia clínica.

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