Una alimentación de perros
Hemos perdido el norte de forma dramática en lo referente a la alimentación de los perros. Déjame contarte una historia sobre el mundo de la nutrición de los perros, cómo ha ido evolucionando este mercado y cómo el interés comercial y monetario se ha impuesto de una forma indigna y carente de toda ética. A tal grado que el último factor a tomar en cuenta en el mundo de la nutrición del perro es su salud a través de la nutrición.
Antes de entrar de lleno en el tema quiero que analices esto que te voy a decir. Hazlo de manera fría, ecuánime, sin apasionamientos y con sensatez y lógica. ¿Qué animal cocina sus alimentos? TODOS los animales comen sus alimentos crudos, excepto el humano. Entonces ¿por qué nos escandalizamos cuando un perro se come un pedazo de carne cruda? Son las compañías de alimentos para perros, apoyadas por los veterinarios “educados por ellas”, las que nos han metido el falso pensamiento de que eso es malo ¿por qué lo hacen? Para decirte, y que tu creas, que lo mejor son sus alimentos cocidos, muy pobres en nutrientes al lado de los alimentos naturales.
1860
Nacen los primeros alimentos, un tal James Spratt realiza la primera tarta para perros a base de trigo, vegetales y sangre de res. Nace así el 1er alimento para perros. Antes de eso los perros comían sobras de la comida y con un poco de suerte uno que otro hueso, y los sin dueño se alimentaban de los basureros.
1930
Con la gran depresión y las compañías buscando sacar ingresos como fuese; detectaron una excelente oportunidad de mercado en los alimentos para perros. Empresas de alimentación como Quaker Oats, Nabisco (especialistas en alimentos a base de cereales) vieron que era fácil hacer bolitas para los perros con base en sus desperdicios de cereales.
¿Resultado? Un producto con larga vida de anaquel, fácil de elaborar, con materia prima barata aunque poco apta para la alimentación a medio y largo plazo para un perro. El negocio estaba claro.
1970
Comienza la invasión y evangelización. Yo fui parte de ella. Grosso modo, fue así. Las grandes compañías de alimentos al ver que este era un negocio con mucho potencial decidieron apostar fuerte: Nestlé con Purina, Mars (Chocolates M&M) con Waltham (Royal canin), Colgate Palmolive con Hills, Procter & Gamble con Iams Eukanuba, y así.
Invierten ingentes cantidades en investigación porque ésta como argumento de marketing es lo más efectivo que hay: La ciencia al servicio de la nutrición de tu perro, patrocinan mil congresos veterinarios, eventos caninos, hacen partícipe de sus ganancias a los veterinarios ofreciendo un porcentaje de las ventas de sus productos, entran a las universidades y a cambio de patrocinios piden ser ellos los que den las pocas horas que el universitario veterinario recibe sobre nutrición canina y felina. Sale convencido de que las bolitas son lo mejor que podemos ofrecerle a nuestros perros y gatos porque están llenas de ciencia al servicio de su salud. Aquí nacen las dietas de prescripción para perros y gatos enfermos.
Un paréntesis.
Se me identifica como el veterinario en contra de los alimentos comerciales y eso es falso. Soy el primero en apoyar que exista este mercado, muchas familias viven del mismo. El problema es que digo verdades muy incómodas, quisieran total y absoluta pleitesía de todo mundo y no es así. Los alimentos comerciales están bien como complemento ¡Pero no como dieta única y exclusiva, por favor!
El principal pecado de estas compañías ha sido educar a la gente y a los veterinarios en la filosofía de El perro debe comer única y exclusivamente bolitas sino lo haces así desequilibrarás su dieta. Qué bolitas, pues las que ellos venden. Esto es un descaro a todas luces
Termino con una cita de Eduard Hoagland y que deberíamos adaptarla a la nutrición del mejor amigo del hombre:
Para disfrutar en verdad de un perro, no se debe tratar de entrenarlo para que sea semihumano. El punto es abrirse uno a la posibilidad de ser más perro
Carlos Alberto Gutiérrez
Médico Veterinario Col.5950
Experto en Nutrición Canina
